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María Elena Balán/ Arca de cubania

Punta Lucrecia versus Ike

Punta Lucrecia versus Ike

María Elena Balán Saínz   

   El huracán  Ike llegó a Cuba por  la provincia de  Holguín, específicamente por Punta Lucrecia. Vale recordar que su faro fue inaugurado el 10 de octubre de 1868, el mismo día en que Carlos Manuel de Céspedes dio la libertad a sus esclavos, en el ingenio La Demajagua.
   Ubicado en el municipio de Banes, el faro marca  el rumbo a las embarcaciones y su construcción fue idea del Capitán General de la Isla, José Gutiérrez de la Concha, en su primer período de gobierno, debido al naufragio del bergantín Themis, que navegaba frente a las costas de ese hermoso lugar.
   La roca utilizada en la fuerte edificación, que ha resistido el paso de los vientos y el salitre durante hace casi150 años, fue sacada de una cantera y para trasladar los enormes bloques de varias  toneladas, resultó necesario construir un rústico ferrocarril arrastrado por bueyes, cuyos carros rodaban por carriles de madera. 
   Expertos se preguntan con qué material peqaron esas piedras, ya que en todos estos años han resistido sin ser destruidas.
   La base del faro  es octagonal, la  torre tiene una altura de 121 pies y una escalera en espiral compuesta por 218 escalones.
    Los primeros torreros se sumaron a la lucha independentista de los mambises y el lugar fue eventualmente cerrado, para ser luego reabierto.
    Ahora, la furia de la naturaleza enfrentó a este huracán, llamado Ike, con el faro que cuenta con casi siglo y medio de vida, y coincide su inauguración con  el inicio de la Guerra de los Diez Años.

Primera Villa cubana festeja su aniversario

Primera Villa cubana festeja su aniversario

Por María Elena Balán S.

 

   Muchos afirman que visitar Baracoa, en el extremo oriental de Cuba, es como viajar a un paraíso donde la vegetación deslumbra por su colorido, el cual contrasta con el verde azul del mar que baña su relieve ondulante.

   Su belleza ganó la admiración de los colonizadores españoles hace casi medio milenio, cuando el Adelantado Diego Velázquez decidió fundar allí la primera Villa de la Isla el 15 de agosto de 1511,  y le dio por nombre el de Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa.

   Por estos días  festeja el aniversario 497 de ese hecho y su comunidad de poco más de 81 mil habitantes la preserva con todo su legado histórico.

   Las calles angostas mantienen ese encanto que permite admirar a quienes las transitan, las edificaciones de modesta arquitectura ecléctica, entre las cuales no falta algún que otro sitio de singular interés, evocador de alguna  leyenda, como el hotel de la rusa.

   Se le denominó así porque su propietaria fue una enigmática mujer de origen ruso, radicada en esa intrincada ciudad de Cuba. En la actualidad son muchos los visitantes que acuden al lugar para conocer sobre ese personaje presente en la obra de Alejo Carpentier, "La Consagración de la Primavera".

   En Baracoa radicó el primer obispado que tuvo Cuba y allí se conservan recuerdos de la época colonial, como la famosa Cruz de La Parra, fabricada por los españoles durante el primer viaje a América con maderas preciosas del lugar y que fuera utilizada para oficiar por el sacerdote Fray Bartolomé de Las Casas.

   De esos tiempos en que los europeos gobernaron el lugar, quedan evidencias como las edificaciones levantadas con piedra de cantería, entre ellas las fortalezas coloniales de El Castillo y La Punta, y los torreones de Joa y del Cementerio.

   El Yunque de Baracoa es otro elemento natural que llama poderosamente la atención de quienes visitan la Ciudad Primada de Cuba. Tal parece como si un artista hubiera esculpido esa montaña aplanada de 575 metros de altura, de gran similitud con la pieza utilizada por los herreros para su labor.

   La ciudad cuenta además, con una gastronomía muy peculiar a base de plantas, con platos como el Bacán, especie de tamal de plátano verde, el ajiaco o el pescado cocido con leche de coco.

  Quienes gustan del dulce, aprecian mucho el Cucurucho, envasado de manera cónica en hojas de yagua y que tiene en su composición al coco y la piña. También se fabrica allí el famoso chocolate elaborado con el cacao que se cultiva en el territorio.

   Para tener acceso por carretera a esa ciudad, que guarda un misterioso hechizo, hay que aprestarse a correr una interesante aventura por una vía que serpentea entre las montañas y responde al nombre de La Farola.

   Tiene 11 puentes colgantes y el punto más relevante está en Altos de Cotilla, a más de 600 metros sobre el nivel del mar.

   Así se puede respirar con profundidad el olor a tierra fértil, rica en cocoteros y plantas productoras de cacao, helechos arborescentes que datan de cientos de años, y extensos cafetales.

   Diversas arterias de agua recorren el territorio, entre ellas el Toa

 -considerado el río más caudaloso de la isla-, marcado en su paso por numerosas cascadas, mientras el conocido con el nombre de Miel inspiró el título de un filme cubano del director Humberto Solás.

  La película Miel para Oshún recrea locaciones en la Ciudad Primada,  lo mismo que  el filme Viva Cuba.

   Baracoa llamó la atención de otros cineastas europeos para atrapar sus imágenes y perpetuarlas en el séptimo arte.

  Tal es el caso del actor francés Pierre Richard, conocido popularmente como el Rubio, alto del zapato negro, quien filmó hace unos años el largometraje Robinson Crusoe.

   También Geraldine Chaplin y Gerard Depardieu estuvieron en la Ciudad Primada de Cuba, junto al director Daniel Vigne y un equipo de cineastas franceses, que rodaron la cinta Los aventureros de los mares del sur, en recordación del escritor Robert Louis Stevenson, quien murió en islas Samoa, de gran similitud con Baracoa.

    Pero tanto deslumbramiento por esa localidad oriental está totalmente justificado, porque su acogedora bahía, sus ríos de aguas transparentes y su flora y fauna endémicas han sido elementos suficientes para llamarla Ciudad Paisaje.

 

 

   

 

 

Santiago de Cuba: Historia, cultura y tradición

Santiago de Cuba: Historia, cultura y tradición

Por María Elena Balán S. 

   Una cultura policroma, con ingredientes autóctonos como el son, el bolero y el ron, confieren a Santiago de Cuba ese sabor caribeño que la convierten en una ciudad donde la historia, la música, el tabaco, la poesía y los cultos sincréticos se funden indisolublemente.

   La legendaria Villa, fundada en 1515 por el español Diego Velázquez hace ya 493 años, se distingue por el encanto natural  que genera la idiosincrasia de su gente,  mezcla de razas europeas y africanas, que sabe el momento exacto de bailar acompasadamente al ritmo de los tambores y la trompeta china, o cuando debe hacer gala de su carácter bravío, de su intransigencia revolucionaria.

   De forma merecida ganó la definición de Cuna de la Revolución, de ciudad heroica. Allí nacieron 29 Generales de las guerras de independencia y fue en esa ciudad donde la Generación del Centenario, con su líder Fidel Castro, protagonizó hace 55 años la histórica hazaña del asalto al Cuartel Moncada, tras el bochornoso golpe de Estado del dictador Fulgencio Batista.

   Mucho antes del tristemente recordado 10 de marzo de 1952, cuando ocurrió el Golpe de Estado, ya el joven abogado Fidel Castro era del criterio que una transformación revolucionaria en Cuba sería solamente posible con la participación de las masas populares y no por la vía electoral. Se imponía la lucha armada como el método adecuado para la oposición al régimen dictatorial.

   Llenos de sueños y fe en un futuro mejor para la Patria se congregaron en la Granjita Siboney, en las afueras del centro urbano, donde se celebraban los carnavales santiagueros.

   Había llegado la Hora Cero y se aprestaron a partir al asalto de la segunda fortaleza militar mejor equipada en la Isla. Algunos tendrían la misión de tomar el Palacio de Justicia y otros apoyar la acción desde el hospital Saturnino Lora.

   Aunque no lograron triunfar en su empeño, esta acción dio un giro radical a la historia de Cuba, porque demostró que existía una efervescencia revolucionaria opuesta a los desmanes de la dictadura batistiana.

   Muchos de los jóvenes revolucionarios fueron masacrados y otros encarcelados durante dos años, tras los cuales salieron de prisión por una amnistía decretada debido a la presión popular existente en el país.

   El Programa de reformas a favor de los desposeídos, dado a conocer por Fidel en su alegato de defensa La historia me absolverá los conminó a continuar la lucha.  El líder revolucionario organizó en México la expedición del yate Granma con 82 combatientes a bordo. Desde Santiago de Cuba, Frank País y otros conspiradores apoyaron el desembarco con la acción del 30 de noviembre de 1956.

 

CÁLIDA MIRADA A UNA CIUDAD HERMOSA

 

   La celebración en Santiago de Cuba del acto central nacional por el aniversario 55 del 26 de julio, nos invitó a dar una cálida mirada a la más caribeña de las ciudades cubanas.

   Por sus calles corre la historia, en muchos rincones se recuerdan hechos de gran trascendencia en la lucha revolucionaria. Es como si la ciudad  a través de sus edificaciones, sus muros, sus plazas y angostas calles nos fuera revelando cada momento vivido, desde los más cruentos hasta los más felices.

   El santiaguero tiene ese gracejo innato que le gana amigos de inmediato. Quien va a Santiago de Cuba no puede sustraerse a la hospitalidad de sus habitantes, ni tampoco puede dejar de admirar el contraste entre las montañas y el mar, surcado en otros tiempos por corsarios y piratas como el temible Jacques de Sores. De ahí la decisión de la metrópoli española de construir la fortaleza de San Pedro de la Roca del Morro, declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.

  Hay en ese territorio más de 15 museos, que atesoran hechos como salidos de las leyendas, por su trascendencia.

   En la parte más antigua de la ciudad está un sector residencial conocido como El Tibolí, donde perviven tradiciones franco-haitianas que recuerdan la llegada de los colonos franceses que huyeron de la guerra desatada en Haití en 1791.

   Las congas típicas de la ciudad son la de Los Hoyos y Paso Franco, contagiosas por su ritmo. Es raro encontrar a un habitante de esa ciudad y hasta a quienes la visitan, que permanezcan sin moverse cuando escuchan esa música con puro sabor santiaguero.

   Y ya que estamos en el tema de la música, el acervo cultural de esta localidad se enriquece igualmente con la trova, cuyas raíces se fomentaron a finales del siglo XIX en los días que transcurría la Guerra del 95. Tiene una casa en el centro urbano, la cual constituye un lugar ideal para la evocación.

 

INSTALACIONES, PLAZAS Y PARQUES

 

   En Santiago de Cuba hay sitios de obligada referencia, entre los cuales figura el Cuartel Moncada, que tras el triunfo de la Revolución fue convertido en escuela y una parte en museo.

   Resulta sumamente interesante la visita a la Granjita Siboney o al parque Abel Santamaría, donde en otros tiempos estuvo el hospital Saturnino Lora.

   Relativamente cerca de este último lugar está la Plaza de Marte, que evoca al dios mitológico de la guerra, pero en este caso invita al descanso en sus bancos escoltados por la sombra de los árboles.

   Desde allí puede bajarse por toda la calle Enramada, para apreciar comercios y cafeterías, y llegar hasta el parque Céspedes, en pleno corazón de la ciudad, escoltado a un lado por el Ayuntamiento, ahora sede de la Asamblea Provincial del Poder Popular, mientras de otra parte está la Catedral, y en las dos calles restantes que lo circundan se asientan el hotel Casagranda  y la casona del conquistador Diego Velázquez, la más antigua de América.

   En otra parte de la ciudad está el cementerio Santa Ifigenia, donde reposan insignes figuras de nuestra historia, como el Héroe Nacional José Martí, cuyos restos descansan en un Mausoleo erigido especialmente para rendirle tributo de recordación.  

   Por su parte, la loma de San Juan , El Viso, las playas de Siboney y Daiquiri recuerdan las últimas batallas de la guerra hispano-cubano-norteamericana, ocurridas cuando la victoria para las fuerzas mambisas se vislumbraba segura y fue escamoteada por la potencia yanqui.

   En las afueras de la ciudad se erige el Santuario de El Cobre, en un pobladito de igual nombre, visitado por muchas personas que quieren ver la imagen de la Patrona de Cuba, la Virgen de la Caridad. Allí entre muchas ofrendas se encuentra la Medalla del Premio Nobel otorgada al escritor norteamericano, amigo de Cuba, Ernest Hemingway.

   Sería interminable citar los sitios de interés histórico, cultural o arquitectónico que atesora Santiago de Cuba. Para concluir este recorrido les diremos que se conserva el local donde fueron juzgados los combatientes que sobrevivieron al asalto al Moncada y donde Fidel realizó su autodefensa como abogado.

   También nombraremos la histórica plaza que rinde homenaje a uno de los hijos de esa tierra, el Lugarteniente General Antonio Maceo, cuya intransigencia revolucionaria alienta al pueblo en su batallar diario por el desarrollo de nuestro proyecto social.

  

  

  

 

Che: Gestor del primer trabajo voluntario

Che: Gestor del primer trabajo voluntario

María Elena Balán S.

 

   Aquel 23 de noviembre, las labores constructivas de la Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos, en el Caney de las Mercedes tuvieron un matiz diferente a lo cotidiano.

   El antecedente del inusual acontecimiento, hasta entonces inédito en Cuba, había sido ideado a principios de ese propio mes, el día cinco, cuando el Comandante Ernesto Che Guevara convocó a una reunión en el antiguo central Estrada Palma, hoy Bartolomé Masó, para explicar su proyecto.

   El Che se desempeñaba en esos momentos como  jefe del Departamento de Industrialización del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), y estuvo acompañado en aquel encuentro por otros dirigentes revolucionarios como Carlos Rafael Rodríguez y el Comandante Piti Fajardo, quien dirigía la construcción de la referida ciudad escolar para 20 mil niños en la oriental zona  del Caney de las Mercedes.

   Che habló de convocar a  una gran movilización,  para realizar una jornada voluntaria el día 23, y precisó que era necesario transmitir  ese mensaje a todos y lograr que no menos de tres mil personas concurrieran a esa cita productiva .

   En la nueva escuela laboraban tropas rebeldes bajo el mando de Rogelio Acevedo, pero no eran suficientes, y se decidió que la jornada se dedicaría a terminar la primera unidad del plantel.

   La movilización de aquel 23 de noviembre de 1959 logró la masividad prevista y tuvo entre sus particularidades destacadas, la presencia de muchas mujeres, sobre todo del campo, que caminaron varios kilómetros desde sus casas hasta la Ciudad Escolar para apoyar en todo lo necesario a la atención de quienes trabajaron en la construcción de la obra.

   Aquello sólo fue el comienzo, porque a partir de esa fecha, cada domingo se repetía el trabajo voluntario para que la escuela estuviera lista lo antes posible y el Che nunca faltó a pesar de sus  numerosas responsabilidades.

   El 25 de julio de 1960 quedó terminada la primera parte de la nueva escuela en el Caney de las Mercedes, lugar donde se gestó por idea del  Guerrillero Heroico el primer trabajo voluntario en Cuba, una acción generadora de conciencia que perdura hasta nuestros días.

 

Martí caballero

Martí caballero

Pintura de Martí realizada por Jorge Arche

Por María Elena Balán S. 

Para la niña María Mantilla, a quien José Martí dio tantas muestras de cariño y afecto, el Maestro se destacaba sobre todo por su caballerosidad. En una ocasión expresó, siendo ya una mujer: ¨De Martí, el caballero, quedan grabados en mi mente tantos detalles de delicadeza y galantería con las damas, como él decía. Siempre tan fino y con alguna frase de elogio en los labios.

Cuando se daba alguna reunión, en la que se citaban las familias cubanas para celebrar algún cumpleaños, había música y un poco de baile. Martí siempre sacaba a bailar a las señoras o señoritas menos atractivas y luego yo le preguntaba: Por qué es que usted siempre saca a bailar a las más feas. Y él decía: A las feas nadie les hace caso y es deber de uno no dejarles sentir su fealdad.¨

Por su parte, decía el poeta, periodista y narrador mexicano del siglo XIX Manuel Gutiérrez Nájera, ¨que Martí para escribir La Edad de Oro ha dejado de ser río y se ha hecho lago, terso, transparente, límpido.

Lo diré en una frase: se ha hecho niño... un niño que sabe lo que saben los sabios, pero que habla como los niños. Parece que se los sube a las rodillas y que allí les habla, los instruye, los educa, y para que no se vayan, para que estén contentos, les da los mil juguetes primorosos que él sabe hacer con su palabra. Se olvida de que ha vivido, deja que el arrapiezo se le monte en el cuello y retoza en la alfombra. Afuera será el luchador, el combatiente: aquí es el padre. ¡Qué obra tan buena y qué buena obra es La Edad de Oro!.¨

Un condiscípulo de José Martí, que luego fue periodista, Dionisio Rossié dijo del Apóstol: ¨Los recuerdos que aún tengo me representan a Martí como un niño de catorce a dieciséis años, de estatura propia de esta edad, aunque un poco alto, frente ancha, fruncía algo las cejas, ojos muy vivos y un carácter dulce y apacible, y más que alegría demostraba cierta tristeza, como si siempre le preocupara algo, y a los chistes y bromas de sus compañeros, contestaba siempre con una sonrisa dulce que infundía respetuoso cariño, hasta a los de mayor edad.

¨Ya en esos tiempos componía versos, que se los corregía Mendive.¨

Así era nuestro José Martí, según lo vieron sus contemporáneos. 

 

Flora Fong, el lirismo de sus palmeras

Flora Fong, el lirismo de sus palmeras

Por María Elena Balán S.  

 Hija de chino y de cubana, a Flora Fong se le reconoce como una de las pintoras contemporáneas más destacadas de Cuba, por esa forma de llevar al lienzo o la cartulina paisajes autóctonos, en los cuales sobresale la sensualidad tropical y la tenacidad asiática.  

Graduada de la Escuela Nacional de Arte en 1970, fue trazando su estilo hasta encontrar un lenguaje plástico que la identifica, con un lirismo que brota de las palmas, los platanales, el viento y la naturaleza, expresados con inusitada fuerza y con la presencia de lo ideográfico. 

Según ella misma ha reconocido, a partir de la caligrafía china renovó la frescura de las líneas y el balance en la composición de sus obras  y palabras como el viento, la lluvia o el bosque se transformaron en huracanes, sierra y naturaleza viva americana.  

 Sus pinceles se recrean en una rica variedad cromática, matizada al principio de su carrera artística por el color blanco debido a su luminosidad, para dar paso luego a la preferencia por las tonalidades amarillas y azules.  

 Esta mujer de fina sensibilidad, de mirada acuciosa que  denota su herencia asiática, ha expuesto en importantes galerías de Europa, Latinoamérica, Asia, Africa  y Estados Unidos, donde ha recibido elogiosas palabras de los críticos.   Reconoce que al pintar expresa lo que siente y esa forma de crear se la trasmitía a sus alumnos de la Escuela San Alejandro, en la cual impartió clases desde 1970 hasta 1989.

Para ella, según les explicaba a los estudiantes, es válido tomar de los aportes de la historia del arte, siempre que sea un medio para expresar lo palpita en nuestro sentir.   Entre las series más representativas de Flora Fong están Remolinos y ciclones, Trópico, El Caribe, Las Antillas y Bahía, todas ellas ilustrativas de la luz, el clima, la vegetación y el entorno cubano y regional.   Importantes museos de China, Francia, Suiza, Corea del Sur, Canadá y España cuentan con  sus obras, que integran a su vez numerosas colecciones privadas en diversos países. 

 Esta artista que confiesa no poder vivir fuera de su patria, porque ella es fuente de inspiración, fue merecedora de la Orden por la Cultura Nacional en 1988 y de la Distinción 23 de Agosto, de la Federación de Mujeres Cubanas en 1989. 

Flora Fong ha creado con equilibrio y armonía obras escultóricas, cerámicas vitrales y diseño de tejidos, Es reconocida también  por la confección de artísticos papalotes con la técnica oriental.   

 Emociones y remembranzas son recreadas con una carga de virtuosismo en cada obra que sale de las manos de esta artista, sensual y tenaz. 

JOSÉ MARTÍ Y RUBÉN DARÍO

JOSÉ  MARTÍ  Y RUBÉN DARÍO

 Ilustración: Obra en cera de la artista Isabel Santos 

Por María Elena Balán Saínz

El poeta nicaragüense Rubén Darío, cuyo nacimiento se celebra en enero,  sintió por José Martí una gran admiración, aún cuando no lo conocía personalmente y sólo tenía referencias de sus escritos en los periódicos de Caracas, México y Argentina.Un día, estando hospedado en un hotel en Nueva York, Darío recibió la visita de Gonzalo de Quesada, quien le comunicó que el patriota y escritor cubano lo esperaría en el Hardman Hall, donde pronunciaría un discurso a favor de la causa revolucionaria en Cuba.

El poeta nicaragüense escribió posteriormente refiriéndose a aquel encuentro:                

Fui puntual a la cita, en compañía de Gonzalo de Quesada, y entré por una de las puertas laterales del edificio donde hablaría el gran combatiente.

Pasamos por un pasadizo sombrío, y de pronto, en un cuarto lleno de luz, me encontré entre los brazos de un hombre pequeño de cuerpo, rostro de iluminado, voz dulce y dominadora al mismo tiempo, y que me decía esta única palabra: Hijo.

  

Así vio  Darío  en 1893, hace ciento catorce años, a nuestro Héroe Nacional, de quien agregó que era un conversador admirable, armonioso y familiar, dotado de una prodigiosa memoria.  La amistad entre estos dos hombres, grandes de la literatura, fue diáfana, y pasó a la historia como algo memorable..

 

Cuando transcurridos unos pocos años  de aquel primer encuentro en Nueva York, Martí cayó en Dos Ríos, el poeta nicaragüense le dedicó sentidos versos, en los cuales destacó la universalidad del Maestro, porque más que de Cuba era del mundo, según aseveró.  

DOS PARADIGMAS DE LA CULTURA   

Para algunos estudiosos, el conocimiento de Rubén Darío sobre José Martí se ubica en el año 1886, mientras otros dicen que fue un poquito antes.   Lo cierto es que el escritor nicaragüense sintió una especial simpatía por la poesía y la prosa del más universal de los cubanos, y son numerosas las citas en que expresa esa admiración.   El investigador Salvador Bueno en un estudio sobre posibles inter.-textualidades entre La Edad de Oro y el poemario Azul, de Darío, dice que debe tenerse en cuenta  que los dos intelectuales tuvieron la influencia de Hans Christian Anderson.

De ahí que cuando Martí escribió La muñeca negra y Los dos ruiseñores aparezca una especie de referencia a lo planteado en el poema Azul

El tema de los chinos fue abordado por el cubano y el nicaragüense, quienes hicieron referencia al asunto en las citadas obras.   Otros investigadores reconocen que tanto en Darío como en Martí se aprecia una reverencia, una devoción que los identifica. Ambos llevaron igualmente, el periodismo al rango de literatura. 

En el prólogo de los Versos Sencillos, del Héroe Nacional, y el Canto Herrante, de Darío, existen similitudes, que aparecen también en otros parlamentos de los reconocidos autores, quienes tuvieron la alegría de conocerse en 1893 en la ciudad de Nueva York.  

CREACIÓN PERIODÍSTICA EN LA LEALTAD A LA REVOLUCIÓN

CREACIÓN PERIODÍSTICA EN LA LEALTAD A LA REVOLUCIÓN

Foto tomada de www.cubaperiodistas.cu

Por María Elena Balán Saínz

Soy de los profesionales  cubanos que asistimos durante este jueves y viernes al VIII Festival de la Prensa Escrita, en el cual más de 300 colegas de toda Isla, hemos abogado  por continuar consolidando un periodismo creativo, crítico y reflexivo a tono con nuestro proceso revolucionario.

Se viven en el orbe momentos cruciales, con los afanes de poderío del imperialismo norteamericano, y las transnacionales de la información desvirtúan la realidad. Lo que pasa en Iraq y en otros sitios se maquilla a la manera de los intereses de los poderosos.

De ahí que resulte doblemente importante que reporteros, editores, redactores, fotógrafos, escritores y columnistas nos mostremos cada vez más preocupados porque la verdad sea dicha.

En el primer día del VIII Festival de la Prensa Escrita, en el Palacio de las Convenciones, se abordaron temas sumamente ilustrativos de cómo debemos encaminar nuestra creación periodística en función de la lealtad a la Revolución, de manera analítica y reflexiva.

Se inició el debate de cuánto puede reflejarse a través de los sitios web de nuestra prensa y también por medio de los blog de los profesionales que tenemos la posibilidad de interactuar con nuestros lectores.

También se presentó la Señal ACN, de la Agencia de Información Nacional, que comenzó sus trasmisiones para médicos internacionalistas cubana como prueba vía satélite el 22 de agosto último.

En este período de ajustes y puesta en marcha se han emitido más de 6 000 despachos noticiosos.Igualmente causó mucho interés la multimedia Pasión Fecunda, con palabras y discursos del Comandante en Jefe Fidel Castro.

Este viernes continuará profundizándose en esa temática, desde horas de la mañana se desarrollará el Panel Calidad y alcance del periodismo digital cubano.Igualmente se tratarán las novedades sobre conectividad y presencia en la WEB desde Cuba, El proyecto de Informatización de la Prensa Cubana  y una Visión de la jungla digital: Internet.  y Cómo tejemos nuestra red, la Web 2.0 o Web Social.

En horas de la tarde se entregarán los premios a las publicaciones ganadoras y quedará clausurado el VIII Festival Nacional de la Prensa Escrita.

 En la jornada del jueves Antonio Moltó, vicepresidente de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) y miembro del comité organizador del foro, propugnó espacios para que el sector desarrolle "la honestidad crítica, la reflexión profunda y la madurez profesional".