Onelio Jorge burló a la muerte
María Elena Balán Saínz
Hay hombres que nacen y no mueren aunque desaparezcan físicamente, porque su obra, su legado perdura. Entre esos seres excepcionales está Onelio Jorge Cardoso, quien murió el 29 de mayo de 1986, en La Habana, cuando tenía 72 años.
En este mes de mayo hubiera cumplido 95 años de edad, porque por coincidencias de la vida vino al mundo un día 11, en el mismo mes que murió.
Lazos cercanos a su familia nos han permitido conocer facetas personales de quien con toda razón ha sido llamado El Cuentero Mayor.
Entre la literatura infantil que primero conoció mi hijo figuran "Taita diga usted cómo", "El Caballito de coral", y “Negrita”, obsequiados por una colega hija de su único hermano Carlos Manuel, quien obtuvo también una mención en el Concurso Hernández Catá por el cuento "La abuela ". También en ese certamen Onelio alcanzó un premio por "Los carborneros ".
Aquellos relatos los disfrutábamos todos en la casa, cuando en voz alta eran leídos con gran interés. A través de Teresita, su sobrina, conocimos a la esposa del escritor, Cuca, como le llaman cariñosamente, aunque su nombre es Francisca Viera.
Cuando conversamos con Cuca, nos contó que Onelio tomó el nombre de ella para darle título a otro de sus cuentos que ha trascendido, "Francisca y la muerte ", en el que narra las peripecias de una perseverante mujer que vence todas las adversidades y logra burlar a la imponente figura de capucha negra y guadaña en mano.
En la vida, Onelio fue así, un individuo que sorteó todas las dificultades y no renunció a su discurso literario, matizado por la denuncia a los desmanes cometidos en la época de la seudo-república en Cuba. Defendió a través de su pluma al humilde pescador, al pobre que arañaba la tierra en busca del sustento y era mal retribuido.
Reclamó, _a través de su narrativa_, el derecho y la necesidad de esos hombres al pleno disfrute de otras vertientes de la realidad. Ese empeño lo manifestó desde sus comienzos en la literatura, según nos recordó su viuda, quien como él ejerció el magisterio y a través de esa profesión se conocieron.
Abuelo y padre cariñoso, esposo preocupado por el detalle que expresara el amor por su pareja, Onelio Jorge Cardoso es recordado por su familia como un individuo que no perdía oportunidad para la creación, aun el propio día de su fallecimiento, tras regresar de una reunión, se sentó frente a su máquina de escribir para dejar en el papel aquello que lo inspiraba.
Así lo recuerda Cuca, con quien estuvo casado desde la juventud cuando se conocieron en Calabazar de Sagua, actual provincia de Villa Clara, y así también lo evoca su sobrina periodista.
Los conocedores de su vida y de su obra lo reconocen como hombre íntegro, con la sencillez de los grandes, que no especulan con su talento, que creen en el mejoramiento humano y en la utilidad de la virtud.
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maximino gomez alvarez -