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María Elena Balán/ Arca de cubania

CASONA DEL SIGLO XVIII, LA MAS VIEJA DE HOLGUIN

CASONA DEL SIGLO XVIII, LA MAS VIEJA DE HOLGUIN

 

Por María Elena Balán Saínz 

Para algunos puede parecer una mansión sombría, de esas que guardan en el interior de sus añejados muros historias de misterios y fantasmas, pero para quienes saben apreciar los valores arquitectónicos y patrimoniales, la antigua casona del siglo XVIII conservada en la nororiental ciudad cubana de Holguín, a 743 kilómetros de La Habana, constituye una reliquia.                                                                                      

  Se ha podido comprobar que perteneció al Teniente Gobernador y Capitán a Guerra don José Antonio de Silva y Ramírez de Arellano, el primero que tuvo la ciudad, al declararse como tal el 18 de enero de 1752.                                                                                                          

El valioso inmueble, que testimonia la evolución de la arquitectura, al ser una de las 11 edificaciones de la villa existentes en el siglo XVIII y única conservada hasta el presente, es de estilo mudéjar                                             

 Tiene un aspecto muy típico de la época en que se construyó, ya que cuenta con techo de tejas criollas, paredes de cujes y embarrados, arcos divisorios, balaustradas de madera torneada y pisos de ladrillos.                                   

 Esa fue la primera casa de Gobierno de Holguín y en ella funcionaba el Cabildo, según han podido confirmar los investigadores.                                

Tantos son sus valores que fue proclamada Monumento Nacional, en ocasión de los festejos por el aniversario 460 de la fundación del Hato de Holguín, el 4 de abril de este año 2005 durante un solemne acto.                                          

 El suceso se conmemora en esa fecha porque en 1545 un capitán español (García Holguín) se estableció en esa zona, donde en 1720 se creó el pueblo de San Isidoro de Holguín, en honor a su fundador y su santo patrono.           

De aquella época data la antigua casona colonial, ubicada en la calle Morales Lemus, con el número 255. Posee una sola planta, rectangular, de 18 metros de largo por nueve de ancho, formada por dos crujías (espacio entre dos muros de carga).

Quienes como esta periodista hemos visitado el interior de la casona hemos podido apreciar que en su estructura hay horcones gruesos y rústicos localizados en distintos puntos de la planta, fundamentalmente en las esquinas, al centro de las habitaciones y a los lados de los vanos que sostienen los techos de alfarjes.                                                                                                   

 Los estudiosos del tema han determinado que la distribución de esta residencia responde a las necesidades de la época, con una sala, un dormitorio principal, un zaguán y otro salón para comer o dormir.                                                      

Las búsquedas arqueológicas no han encontrado sin embargo, el sitio exacto donde estaba la cocina, de ahí que se suponga que ocupaba un inmueble independiente.                                                                                                     

En el patio de la vivienda se localizó un pozo y el servicio sanitario, y más al fondo las caballerizas y algún local para guardar el carruaje, instrumentos de trabajo y corrales para la crianza de animales domésticos.

Quienes recorren ahora las áreas piensan cómo sería la vida que llevaba la  familia del Teniente Gobernador en el siglo XVIII y los coches en los cuales seguramente se trasladaban cuando acudían a las citas sociales de la época. En estos tiempos modernos se reúnen cada año en ese amplio patio, en torno a un arbusto de limón, hijos de la ciudad que ahora residen en otros sitios, y acuden cada mes de enero a la semana de la cultura holguinera.

Allí, luego de regar la planta y pensar en los deseos más íntimos de fraternidad y unión entre todos los nacidos en esa tierra, se rememoran hechos históricos, personajes pintorescos que habitaron la localidad y también se habla de proyectos y sueños, como el rescate total del inmueble, que ahora se somete a una reparación capital, para convertirlo en museo.                                                                                        HOLGUIN PRESERVA SUS TRADICIONES Y PATRIMONIO La ciudad de Holguín presenta diversos elementos de los diseños urbanos y estilos arquitectónicos procedentes del sur de España, que fueron trasladados a Cuba durante el período de la colonización

Los proyectos urbanísticos de conservación incluyen los parques y plazas ubicados en el centro histórico de Holguín, característica que le conceden el apelativo de Ciudad de los Parques.
 

Entre las acciones en marcha se acomete la primera estación del país para el transporte en coches tirados por caballos.
Se ideó también un gigantesco mural artístico al aire libre que refleja la historia de este asentamiento desde sus orígenes. Se dice que podría ser el mayor de Cuba, con 15 metros de largo por cinco de ancho, donde 14 escultores han dado vida a sus ideas artísticas.
 

Desde hace unos años se trabaja también en el rescate de la llamada Plaza de la  Marqueta, donde estuvo el primer mercado de Holguín.

Allí estarán representadas de una manera u otra 42 instituciones culturales, de las cuales ya están la tienda Mona Lisa, la Galería Estampa. un taller de  grabado, la imprenta Lujones, la editorial Holguín y la Asociación de Artesanos y Artistas.En ese entorno hay situadas diferentes esculturas, que rememoran a personajes curiosos que tuvo la localidad y que están allí para que la memoria histórica se mantenga siempre viva. 

A unos cuantos metros de la Plaza de la Marqueta se levanta majestuosa la catedral de San Isidoro, la iglesia más antigua de Holguín, de grandes valores arquitectónicos.También frente al parque Calixto García, que rinde homenaje al prócer independentista de igual nombre, se conserva el edificio conocido como La Periquera, que acoge ahora un importante museo, y que en tiempos coloniales fue escenario de una importante batalla entre los conquistadores españoles y los luchadores por la libertad de Cuba.

Visitar la bella ciudad de Holguín es una propuesta sumamente atractiva, ya que constituye un encuentro con las raíces históricas que dieron vida a esa localidad, la cual cuenta a su vez con un reconocido desarrollo económico y social.                                                                                             

 

2 comentarios

jose -

Quisiera saber sobre el comercio que habia en Holgin que se llamaba *La campana* de Holgin de los hermanos Suarez

Elisabet Soto -

Es un articulo interesantisimo, mil gracias a la periodista Maria Elena Balan Sainz por escribir sobre mi bella ciudad de Holguin.