CURIOSIDADES ACERCA DE CALLES HABANERAS
Por María Elena Balán Saínz
Pródiga en estilos arquitectónicos que conjugan lo colonial con lo moderno, La Habana ofrece al caminante la posibilidad de recorrer sus calles, muchas de las cuales cuentan con curiosas historias..
La calle más antigua de la barriada de El Vedado es la conocida con el nombre de Línea. Su uso por los pobladores se inició a mediados del siglo XIX y se cuenta que el origen de su denominación se debió a que desde su inicio fue línea de trenes.
Por ella pasaba una maquinita de vapor a la cual los habaneros bautizaron con el nombre de “cucaracha” y se estima que fue el primer vehículo de tracción no animal que tuvo la capital de todos los cubanos. Hay evidencias acerca de la conclusión de su recorrido allá en el ano 1900.Tal como la vemos hoy, Línea comenzaba en los terrenos donde en 1921 se construyó el parque Maine, y terminaba en el río Almendares, ahora túnel de Línea.
Cuando la seudo-república se instauró, tras la intromisión norteamericana en la guerra de independencia de 1895, los gobernantes de turno, en su afán de culto a la personalidad, cambiaron el nombre de muchas calles.Bajo la última dictadura batistiana, la calle Línea fue nombrada Avenida General Batista e incluyó la prolongación de ésta hasta Miramar, la actual avenida 31.Pero ese nuevo nombre no trascendió y la gente la siguió llamando Línea.
¿CALLES CON DOS NOMBRES?
Se afirma que en 1921 se cometió una injusticia con la calle Infanta, a la cual se le nombró Presidente Mario García Menocal, pero esa denominación luego fue retirada.Existen en La Habana calles con dos nombres, que mantienen inclusive más de una tarja para denominarla, por ejemplo Zanja o Finlay, en homenaje al prestigioso científico cubano.Por su parte Teniente Rey, Galiano, Egido, Boyeros y Reina coinciden, en ese orden, con las avenidas Brasil, Italia, Bélgica, de la Independencia y Simón Bolívar. No obstante, la gente le da el nombre que más le gusta y que más ha pegado en el argot popular. POPULOSAS VIAS La Rampa es un tramo de la calle 23, en El Vedado, incluida entre las más populosas de la capital cubana, cuenta con lugares tan visitados como la heladería Coppelia, el Pabellón Cuba, el hotel Habana Libre y el cine Yara, por citar algunos.Pasear por sus amplias aceras en un sentido u otro es de por sí una agradable oportunidad para apreciar las edificaciones públicas, las instalaciones culturales, y disfrutar de la brisa marina que desde el Malecón habanero asciende por la concurrida vía.
Con más de un siglo de construido, el Malecón es igualmente una vía muy atractiva, desde su inicio en los muelles hasta que termina en la desembocadura del río Almendares . En todo ese tramo tiene cinco nombres.De la bahía hasta La Punta es la Avenida Carlos Manuel de Céspedes, seguida por Antonio Maceo, Washington, Pi y Margall y Aguilera, denominaciones que nunca se memorizaron por los habaneros, ni tampoco por los visitantes temporales.
También es una vía sumamente transitada la calle Prado, con su doble vía dividida por el famoso Paseo o Avenida ornamentado con esculturas de pacíficos leones que reposan bajo la sombra de los frondosos árboles.Hay quienes la llaman la Avenida de los leones, por las referidas obras escultóricas que tanto llaman la atención.Y paseando por la calle G, en la populosa barriada de El Vedado, concluimos este recorrido por algunas calles habaneras, una invitación que dejamos abierta para que usted conozca también un poquito más de la Villa de San Cristóbal de La Habana.
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